Rober Bodegas y Alberto Casado: “No puedes llegar el primer día y esperar vivir de esto”

Cada miércoles, desde mayo, se dan cita en el Teatro Alfil de Madrid estos dos guionistas especializados en lo que ellos clasifican como “humor absurdo”. Tras dos meses en cartel, Rober Bodegas (A Coruña, 1982) y Alberto Casado (Madrid, 1983) ponen punto y final a un espectáculo producido por ellos mismos: Pantomima Full.

Ante el inminente cierre de ciclo nos sentamos con ambos en el barrio madrileño de La Latina para hablar de Pantomima Full pero también para echar la vista atrás. Y alzar la vista al frente. Por lo pronto comenzamos por lo más importante: el regreso a la primera fila del espectáculo.


Después de un parón, Casado y Bodegas vuelvieron a los escenarios y nuestra primera pregunta es: ¿Por qué volvisteis?
Rober: Lo cierto es que no quisimos nunca irnos, pero no es fácil conseguir un hueco en un teatro en Madrid y, sobre todo, para hacer algo así. Además, todos los teatros son gigantes y nosotros queríamos encontrar una sala asequible y con una localización que no diera pereza a la gente. El Teatro Alfil está en Malasaña, la gente lo asocia a comedia… Creo que es, ahora mismo, el mejor sitio posible. Lo cierto es que hay pocos espacios en Madrid así.

Montar cualquier espectáculo de cero no debe de ser fácil si hablamos de encontrar espacios…
Alberto: Si partes de cero, no saben quién eres, vas de parte de nadie, y te presentas únicamente con un dossier, imagino que tiene que ser complicado. Pero si ya has hecho algo previamente, conoces a alguien que te ha puesto en contacto, se fían más.
Rober: Además, contamos con otro tipo de avales: ser guionistas, el haber salido en la tele, haber tenido otro show

Vosotros habíais hecho ya scketches en televisión y en Internet. ¿Cambia mucho la puesta en escena en un teatro?
Alberto: Cambia todo. La primera vez que hicimos sketches en directo era también la primera vez que yo actuaba en directo. No tiene nada que ver grabar con tres personas tu tontería y reírte que estar ahí actuando y que, además, se tenga que reír la gente. Cambia todo.
Rober: Al principio adaptábamos los sketches pero nos dimos cuenta de que no funcionaban igual de bien porque, como la puesta en escena es tan mínima, necesitas situaciones que se entiendan fácilmente con dos sillas y una voz en off que contextualice la acción.

¿Cómo surgió la idea de darle forma a todo esto encima de un escenario?
Alberto: Teníamos unos amigos que llevaban la Sala Costello (Madrid) que, al ver lo que hacíamos, nos propusieron montar algo allí. Y lo hicimos… ¡pero por divertimos! Nuestro planteamiento inicial fue coger unos vídeos y adaptarlos al directo, pero poco a poco nos lo fuimos tomando más en serio.

¿Y por qué humor absurdo?
Alberto: Porque es lo que nos hace gracia. Eso y lo pasado de vueltas. Al final es lo que te sale.
Rober: No ha sido por buscar un nicho de mercado.

roger bodegas alberto casado imemine bn

Una obra como ésta, ¿cuánto tardáis desde que surge la idea hasta el día del estreno?
Alberto: Realmente poco. El dicho aquel de “hacer los deberes el último día” llevado a la última semana. De hecho, la semana antes de estrenar el show, unos amigos nos avisaron para salir y les dijimos que no podíamos porque íbamos fatal con Pantomima, la cual estrenábamos el miércoles siguiente. Y un amigo nos dijo: “Joder, siempre que estrenáis un espectáculo no salís el finde de antes. ¿No podéis hacerlo con tiempo? ¿Aunque sea por una vez?” (ríe). Al final, siempre nos pasa que el fin de semana previo al estreno nos tiramos currando jornadas de 12 horas, incluido el domingo, porque no llegamos.
Rober: Nos pegamos una paliza de cojones. Esta vez, además, mostramos el espectáculo anterior a los del Alfil y cerramos el contrato dos meses antes de la fecha del estreno. Pensamos que el espectáculo ya estaba hecho y que bastaba con unos pequeños cambios… pero al mismo tiempo pensamos: “Hay tiempo, cambiemos todo” (ríen). Al final, nos encontramos otra vez ensayando en mi casa hasta las tres de la mañana.

Me puedo imaginar las dificulades para sacar adelante proyectos tan independientes como este…
Alberto: La promoción, el boca a boca y la difusión. Hacer la obra en sí no es ningún problema porque nos mola… y encontrar un teatro, tarde o temprano, lo encuentras. Lo difícil es que no tienes a nadie grande detrás que ponga dinero y empapele la ciudad con carteles. Al final, somos dos tíos que tenemos más cosas y sacar tiempo es complicado.
Rober: Sólo hay dos maneras de llenar el teatro desde el primer día: o ser megaconocido o que te gestione un grupo teatral potente que empapele las marquesinas y las farolas. Nuestro espectáculo tiene la particularidad de que en ocasiones la gente nos conoce pero no sabe muy bien de qué va nuestro espectáculo, porque tiene un recuerdo muy vago de lo que hacíamos hace años.

¿Os entendéis bien entre vosotros? ¿Cuál es la dinámica de trabajo?
Alberto: Como surja; desde quedar y hacer un guión juntos hasta tener una idea y mandársela al otro.
Rober: Como somos colegas, también salimos de fiesta juntos, por lo que a veces se nos ocurre una parida a las tres de la mañana y después decimos: “Oye, esto que se nos ocurrió, ¿quedamos para escribirlo?”. También depende del tiempo que tengamos cada uno, nos vamos encargando más de la parte administrativa.
Alberto: Que es la parte más dura. Hacer un scketch nos divierte a todos.

¿Y os esperabais este éxito?
Rober: Aún no hablamos de éxito. Éxito sería estar un año. De momento ha empezado bien.
Alberto: Si termina bien se retomará en septiembre.
Rober: Normalmente una obra se va renovando cada mes o cada dos meses. Si estás muy consolidado igual firmas un año, pero lo normal es estar un periodo de pruebas y, si ya empieza a tener una normalidad y un público estable, es posible que te renueven una temporada entera. Funciona como cualquier otra cosa: entras en un sitio de prueba y, si lo haces bien, te cogen.

Al igual que el público…
Alberto: De momento, la gente está saliendo encantada pero supongo que si traes a alguien que no sabe lo que va a ver puede decirte que “esto es una mierda”.
Rober: Una vez nos pasó en un chiringuito al que vamos habitualmente en una playa de Galicia. Nos propusieron actuar y a nosotros nos gustó la idea, porque es un sitio que siempre está lleno de chavales. El día que actuamos también estaba lleno… pero de los padres de los chavales.
Alberto: Nuestro primer scketch era de cruising, es decir, de dos tíos que quedan para follar en el bosque. La gente no sólo no se rió sino que puso malas caras. Supongo que lo que se esperaber era a dos monologuistas graciosos. Claro, la gente que sabe a lo que va, le mola. Y hay gente que no sabe a lo que va, y también le mola. Sin embargo, existe otro público al que le gusta otro tipo de humor y ve esto y dice ¿pero esto qué es?
Rober: Yo tampoco entiendo esto de ir a las cosas sin saber lo que son. Nadie se mete a ver sin querer Ninfómana de Lars Von Trier. Al final, tampoco estamos inventando nada, ya lo hacían antes los Monty Pyton.

¿Y qué tiene de diferente?
Rober: Nuestro planteamiento es cinematográfico. Es humor absurdo pero siendo nada payasos; una interpretación seria, sin exageraciones ni muecas. Es tomarse muy en serio situaciones muy idiotas. Escenas de series escritas mal en vez de bien.

Y en cuanto a vivir de ello…
Alberto: Lo veo difícil. Si eres el puto amo sí, pero para nosotros ahora mismo se trata de hacer algo que nos gusta y ver a dónde va. De hecho, ni hemos echado cuentas. No sabemos si hemos ganado o hemos perdido, porque nos da igual. Lo hacemos para que la gente lo conozca. Absolutamente cero interés económico.
Rober: No puedes llegar el primer día y esperar vivir de esto. Si consigues estar dos años en Madrid -que ya es mucho-, tener tu público, hacer más funciones y mejor pagadas, así como permitirte salir de gira los fines de semana , al final de mes sí tienes un sueldo del que vivir, pero, si no, no. Lograrlo trabajando únicamente cuatro días al mes sería tener mucho morro.

Alberto Cadado y Rober Bodegas. Foto de imeminemagazine®,
Alberto Cadado y Rober Bodegas. Foto de imeminemagazine®,

¿Habrá más Pantomimas?
Alberto: A nosotros el show nos encanta, por lo que si no hay más aquí, será en otro sitio, porque confiamos en ello. Si no es en Alfil será en otro lado. Pero que habrá, seguro.


** Puedes ver Pantomima Full en el Teatro Alfil de Madrid los días 22 y 29 de junio.  


*** Entrevista realizada por Andrea Arnal para I, Me, Mine! Magazine.