Nadia Benyahya: “Nunca había tenido un ‘feedback’ de la gente tan bonito”

Si hace unos años le dicen a esta licenciada en periodismo que la pintura al óleo iba a transformar su vida, no se lo hubiera creído. A Nadia Benyahya (Madrid, 1984) le han cerrado puertas. Muchas. Pero ella ha abierto ventanas y, después de apenas dos años buscándose la vida, es cada vez más habitual encontrarse con reproducciones de sus obras en redes sociales (larga vida a Instagram) y los pedidos de láminas comienzan a llegarle, incluso, de fuera de España.

El día 13 de noviembre expone en la Sugar Gallery (C/ Jesús del Valle) su proyecto Luz en femenino. Quedamos con Nadia en el Café Loreto (Malasaña). Es directa, mira a los ojos y tiene un sentido del humor y de la autocrítica muy llamativo. Hace preguntas y mira, a ratos, desconfiada. La vena periodística aún le pesa. No le gusta posar. En general, parece no gustarle perder el control de aquello que tiene que ver con ella. Dado el éxito que parece venírsele encima, tendrá que ir acostumbrándose.


Siendo periodista, tendrás muy claro qué preguntas no quieres que te haga…
Me molesta mucho cuando se mezclan temas profesionales con personales cuando no aportan nada. No me gusta. De hecho me parece que eso no es prensa. Me molesta muchísimo ese rollo del corazón. Que tú dediques tu vida a cantar, a pintar, que realices un trabajo honesto y sincero y que te pregunten sobré lo que hiciste anoche… ¿En serio?

Hace años entrevisté a Jorge Drexler y la periodista que había delante de mí le preguntó sobre su relación con Leonor Watling. Él le dijo: “Respeto mucho tu pegunta, igual que tú tienes que respetar que no te la responda”.
Maravilloso. Yo contestaría algo así. Con la diferencia de que yo no respeto esa pregunta.

¿Entraba en tus planes dedicarte a la pintura? ¿O fue algo casual?
Completamente casual. Esto me ha venido completamente de sorpresa. En noviembre se cumplen dos años de mi primera exposición. Estaba en un cumpleaños en un bar de La Latina y recuerdo enseñar algún dibujo mío y un par de cuadros que pinté con el dedo (ríe). Surgió la posibilidad de exponer allí, así que me agarré un moño, me puse una camisa de mi padre, me lié a pintar todo el verano, hice la exposición en noviembre y lo vendí todo. Y dije: “Wau, me están dando dinero por algo que estoy haciendo yo y que me gusta mucho”. Además vi que evolucionaba muy rápido. Así que ya no paré. Además suurgió porque me quedé sin trabajo de periodista. Estaba desesperada y me asombré un poco de esta oportunidad.

Imagino que ya de pequeña te gustaba pintar…
Siempre me ha gustado. Mi padre dibujaba cuando era joven. Recuerdo que de pequeña cogía las carátulas de de las películas de Disney y las copiaba. O en clase de Historia del Arte, igual con las diapositivas. Siempre me ha gustado pero no ocupaba un lugar principal en mi vida. Hasta que una vez cayeron en mis manos unos óleos y pensé: “Qué divertido”. Me encantó.

Nadia portando una de sus láminas. Foto de imeminemagazine®
Nadia portando una de sus láminas. Foto de imeminemagazine®

¿Hacia dónde te ves evolucionando?
Pues estoy en pleno punto de inflexión. Nada más acabar el último lienzo de Luz en femenino, ya estaba pensando en el siguiente lienzo y hacia dónde tirar. Me interesa mucho trabajar la pincelada, hacerla más marcada, más bruta. Pero ahora sólo pienso en disfrutar de Luz en femenino y ver cómo sale todo.

Hay una cosa interesante que nos comentan muchos de los artistas autodidactas a los que entrevistamos, y es que defienden que esa carencia académica les aporta una libertad artística extra.
Totalmente. Yo no he dado clases de pintura jamás. Si a mí me hubieran dado clases, a día de hoy no pintaría. Creo que como se aprende es interaccionando con compañeros. Mirar y nutrirte del arte de otras personas. Mirar hacia dentro y ver qué quieres contar. La técnica me parece accesoria.

¿Crees que hay mucho clasismo en el mundo del arte?
Esta pregunta es complicada. A ver, yo entiendo que hay un camino con unos determinados pasos a seguir con los que no estoy del todo de acuerdo. Creo que debería abrirse el campo a una serie de gente que no cumple estrictamente una serie de condiciones, como no tener un currículum de arttista.

¿Qué piensas si te digo que hay quienes defienden que cuando la búsqueda de rentabilidad se convierte en un elemento presente en el proceso creativo, el arte deja de ser arte?
No estoy de acuerdo. Según esa teoría yo no como. Por esa regla de tres, el 90% de artistas, que odio esa palabra, no comen. Tengo amigos músicos que viven de lo que hacen y hacen completas obras de arte.

Imagino que se refieren a que, de alguna manera, se puede contaminar el proceso creativo…
A ver… depende mucho del enfoque que tenga la persona en cuestión. Si tú vas dirigiendo tus pasos acorde a lo que crees que pueda querer la gente de ti, vale. Si buscas un crecimiento personal, independientemente de la aceptación, no me parece en absoluto que rentabilizar lo que haces interfiera en el proceso creativo. Yo creo que te tienen que pagar por lo que haces y que sigue siendo arte (ríe). No hay discusión posible.

¿Crees que actualmente hay apoyo por parte de los medios hacia los proyectos artísticos más noveles?
No se da todo el apoyo que se necesita, pero ahora se están dando a conocer muchísimos artistas, en todos los ámbitos, gracias a redes sociales y nuevos escaparates fuera de las vías tradicionales más rígidas. La gente, con herramientas como el crowdfunding, se está buscando las castañas.

¿Y eso no puede provocar que exijamos menos a los grandes medios?
Yo es que creo que los medios están en un momento en el que no saben por dónde sopla el viento. Los periódicos siguen, como gallinas sin cabeza, buscando cómo conseguir ingresos. Efectivamente, habría que dar cabida a esos nuevos talentos. Que la gente pueda descubrir cosas distintas.

Háblame de Luz en femenino.
Estamos exponiendo del 13 al 19 de noviembre. ¿Qué te cuento?

Pues por ejemplo, ¿por qué Luz en femenino?
La respuesta se ve al ver mis cuadros. Es como un recorrido a través de las emociones. He representado la figura femenina, porque, al ser mujer, supongo que es mi forma de transmitir emociones con las que me siento identificada. Le doy un especial protagonismo al tratamiento de la luz y de la piel. Me apasiona la luz.

Háblame de las chicas de tus cuadros. ¿Son una proyección de ti o intentas transmitir algo muy concreto sobre tu personalidad?
Cada cuadro intento que traspase, simplemente, la belleza estética y que transmita algo. Desde una sensación de libertad, de pena…

Podrías plantearte para la próxima un Sombra en femenino.
Pues es cierto que los cuadros en los que destaca más la luz, son los más oscuros. Tengo un cuadro que se titula Invierno, que es mi favorito y es súper oscuro y, sin embargo, el cuadro, con esa luz, es de los que más transmite. Al menos para mí. Es un poco lo que decía Tanizaki en El elogio a la sombra.

Reproducción de 'Un invierno'', de nadiabenyahya®.
Reproducción de ‘Invierno”, de nadiabenyahya®.
Foto de imeminemagazine®.
Foto de imeminemagazine®.

Llama especialmente la atención el precio tan económico que has puesto a tus láminas, rondando los 20 euros…
A mí me llega al corazón cuando me escribe una niña y me dice que lleva un mes ahorrando la paga para comprarme una lámina. Me parece horrible que el dinero pueda llegar a ser un obstáculo en este tipo de cosas.

Es muy interesante el tema de las láminas. Para muchos artistas son como el demonio.
Ya, me lo han dicho. Pero la verdad es que a mí no me parece que ofrecer la posibilidad a todo el mundo de poder tener algo que les gusta devalúe mi trabajo.

Es inevitable preguntarte sobre las claras referencias cinematográficas de tus cuadros. Dime cuál es tu película fetiche.
Hacia rutas salvajes es mi película favorita. Hay gente que la odia, porque dicen que es muy lenta (ríe). Pero cada vez que la veo se me eriza el cuerpo entero. Con la banda sonora de Eddie Vedder… Esta película me toca muy adentro. Me gustan muchas pero tengo memoria de pez. Me encanta el cine de Coppola.

¿Sofía?
Sí. Estéticamente me parece una maravilla.

Conjunto de láminas. Foto de nadiabenyahya®.
Conjunto de láminas. Foto de nadiabenyahya®.

¿Te pones música cuando pintas?
Siempre. Cada cuadro tiene su propia banda sonora en bucle. Escucho a Sabina, Pearl Jam, estoy escuchando el último de Robe (Extremoduro), James Bay

Pues ya vamos acabando. En unos días estás exponiendo. ¿Nerviosa?
Tengo muchísimas ganas. Llevo esperando este día un año entero. Estoy super ilusionada. Estoy feliz hasta el punto de empalague. Nunca había tenido un feedback de la gente tan bonito en mi vida.


Y seguimos hablando con Nadia Benyahya de galerías de arte, del azul turquesa y del último concierto de Itziar Baiza. Podéis ver su exposición Luz en femenino en Sugar Gallery Design (Jesús del Valle 6, Madrid) del 13 al 19 de noviembre. Conoce más sobre la artista plástica en www.nadiabenyahya.com.