Emprender para mejorar la vida de los demás

Javier Vicedo, además de poeta y dramaturgo (ganó con su último libro el premio de teatro Calderón de la Barca) es una de las caras visibles de Libros Melior, un proyecto de Fundación Melior consistente en vender libros usados (donados, o bien por particulares o bien por organizaciones) y darles una nueva vida. Una nueva vida solidaria. Y es que los fondos recaudados se destinan a financiar proyectos de la fundación como la campaña de recogida y entrega de libros de texto y material escolar a familias con pocos recursos económicos.

Hemos pasado una tarde en Madrid, calurosa donde las haya, con Javier Vicedo hablando de todo un poco. Es él quien dirige algo así como el buque insignia de los tres establecimientos de Madrid. “La Fundación Melior dispone ya de tres librerías en Madrid, yo sencillamente soy el responsable de una de ellas. Es cierto que el espacio de la librería que yo dirijo (calle Puebla, 14) ofrece unas posibilidades espectaculares para realizar exposiciones, conciertos, recitales, presentaciones… y en ese sentido procuro explotar al máximo tales posibilidades”- nos comenta Javier cuando le preguntamos cuál es exactamente su papel dentro de la fundación.

Javier Vicedo nos muestra una de las reliquias que se esconden en las estanterías de Libros Melior. Foto de imeminemagazine®.
Javier Vicedo nos muestra una de las reliquias que se esconden en las estanterías de Libros Melior. Foto de imeminemagazine®.

El concepto de librería solidaria es algo que en España aún se desconoce pero es un tipo de ONG muy asentado en otros países de Europa. Javier nos pone en contacto con Luis Casals, director de Fundación Melior, para que nos explique alguna cuestión al respecto de su particular ONG. “Que el proyecto gire en torno a los libros responde a una situación muy simple: hay gente que se quiere deshacer de ellos sin saber cómo y hay gente que busca libros más baratos o que ya es imposible conseguir en librerías al uso”- nos aclara el fundador del proyecto cuando le preguntamos sobre el protagonismo de los libros. “Hay que ser conscientes- prosigue Casals – de que el planeta está sobrecargado de objetos y de que existe una segunda vida para muchos de esos objetos, es una cuestión de ecología y reciclaje también hacerse cargo de todo ese material que a otros todavía puede resultar útil”.

Foto de imeminemagazine®.
Interior del establecimiento de la calle Puebla. Foto de imeminemagazine®.

Cuando hablamos de solidaridad, hay quien se extraña de que en España funcione una iniciativa como la de Fundación Mellior. “Los españoles tendemos a tener un concepto muy negativo de nosotros mismos, sin embargo luego los datos revelan una realidad distinta. Me viene a la cabeza el altísimo número de donantes de órganos que hay en España, por ejemplo” – nos comenta Luis Casals. “Aunque haya algún sinvergüenza por ahí, la inmensa mayoría de ONGs están formadas por gente honrada que sólo desea ayudar a los demás. Muchas veces el no fiarse es una excusa más para no arrimar el hombro y seguir mirando hacia otro lado”- afima con rotundidad el director de Fundación Melior.

En I, Me, Mine! algo nos ronda la cabeza. ¿Qué lleva a alguien a levantarse una mañana y decir: “voy a crear una ONG”? Luis Casals lo tiene claro: “según vamos desarrollando nuestra conciencia social llega un momento en el que el impulso de hacer cosas, de tomar partido y actuar simplemente surge. Y en función de nuestro tiempo y recursos, podemos colaborar con una organización ya existente o crear una propia. Hay mil formas de ayudar a los demás”.

Antes de despedirnos de Javier Vicedo, responsable del establecimiento, y de Luis Casals, director de la fundación, acabamos hablando de ese gran problema que supone para muchas familias el hecho de enfrentarse cada año al desembolso que supone la compra de los libros de texto.  “El libro electrónico es una buena alternativa. Cada vez son más baratos y pueden utilizarse durante varios años. Para los textos impresos sería importante que hubiera ayudas para las familias sin recursos. Y también sería bueno que las editoriales publicaran actualizaciones de los libros, en lugar de cambiarlos totalmente cada dos años. A esto habría que unir una campaña institucional sobre cuidado y reutilización de los libros, de forma que éstos pudieran ser utilizados por varios alumnos” – sentencia Casals.